Cuadro con témperas

Este cuadro lo realicé para hacer un regalo de bodas, y seguí una técnica que aprendí en la universidad que me pareció muy original.

Para hacerlo seguí los siguientes pasos:

          -Escogí en Internet un dibujo de un patrón.

          -En una plantilla de dibujo de tamaño Din-A3, dibujé el patrón con lápiz muy fino, extendiéndolo hasta ocupar toda la superficie.

          -Después dibujé cuatro rectángulos de manera que quedasen uno dentro de otro.

          -Por último solo quedaba coger las temperas y colorearlo, pero para jugar con los colores, los rectángulos los pinté de la siguiente manera:

                    -Rectángulo 1(el más pequeño): colores deseados para colorear el patrón, a los que más adelante llamaremos colores originales.

                    -Rectángulo 2: los colores complementarios a los colores originales.

                    -Rectángulo 3: los colores originales mezclados con blanco.

                    -Rectángulo 4: los colores originales mezclados con negro.

                    -Rectángulo 5(el más grande): colores originales.

Para finalizar, compré una cartulina de color rosa y lo enmarqué con un marco muy fino para que el protagonismo se lo llevara la pintura, ya que ya es bastante recargada como para poner un gran marco.

Esto es una manera de dar un giro a nuestros dibujos o de ir sobre seguro porque, de esta forma, podemos convertir un aburrido patrón en un bonito cuadro para regalar o colgar en nuestra casa.

Hucha cerdito casera

Mi amigo David, colecciona huchas de cerdo, tiene de todo tipo, y en uno de sus cumpleaños decidí regalarle una hecha por mí, para que tuviera en su colección un ejemplar único y hecho con cariño exclusivamente para él.

Lo hice con el típico mejunje de cola y agua y papel de cocina y estos fueron los pasos:

    1. Hinché un globo lo mínimo que pude para hacerlo pequeño y luego lo empece a cubrir con papel de cocina y a empaparlo en el mejunje.

   2. Tras dejarlo secar varias veces para dar varias capas, entre capa y capa puse un tapón para hacer el morro, trozos de plástico para hacer las patas y las orejas y botones para los ojos. Luego, lo pinté de blanco para que no se traspasaran los dibujos del papel a la hora de pintar.

   3. Luego lo pinte con temperas.

   4. Y por ultimo, con un permanente negro, le hice los retoques finales y el resultado fue el siguiente:

Tarjeta de cumpleaños original

Mirando fotos antiguas he encontrado esta tarjeta de cumpleaños que regalé a una amiga hace ya unos cuantos años, se la hice porque le encantaban esas gafas, pero cuando no te puedes permitir comprar cierta cosa, siempre puedes ir al plan B, fabricarlo tú mismo.

Quedaron geniales y creo que la mejor tarjeta de cumpleaños que se puede tener es una hecha específicamente para ti, personalizada y que refleje tus gustos. 

El sobre también era muy original ya que simulaba la funda de las gafas.

Si no eres tan atrevido como para regalar directamente algo hecho por ti, te propongo que complementes tu regalo con una tarjeta personalizada, a veces, hacen más ilusión que el propio regalo ;).