lunes, 23 de marzo de 2015

Caja de herramientas porta lápices

Hoy, un regalo muy especial que regale a mi padre hace 4 días por el día del padre, y me costó hacer bastante, os cuento cómo me surgió la idea. Al ser estudiante y no trabajar, no tengo un duro y no me puedo permitir el lujo de comprar grandes cosas, de hecho no me puedo permitir ni el lujo de comprar!

Discurriendo... y pensando algo que regalar a mi padre, se me ocurrió que le hacían falta bolígrafos, cada vez que me siento en su mesa y quiero escribir, no le va ninguno!! Pero... tal vez regalar unos simples bolígrafos por muy buena tinta que tuviesen, no me hacía nada de ilusión así que, decidí fusionar aquello que le hacía falta, los bolígrafos, con una de sus pasiones, las herramientas.

Para comenzar, hice el porta lápices en forma de caja de herramientas con cartón y pinchos morunos para posteriormente comenzar a hacer las herramientas.

Una vez montada, la cubrí con varias capas de mejunje de cola blanca y agua y papel higiénico y cuando se secó la pinté de rojo.


Después me puse manos a la obra con las herramientas, y este fue el resultado.


TRUCOS:

Sierra: esta hecha con jumping y un plástico de carpeta vieja, como comento siempre, guardo todo porque nunca se sabe para qué o cuando le vas a poder dar una utilidad.

Martillo: simplemente, le coloqué la cabeza del martillo realizada con jumping a un lápiz color madera, y posteriormente le pinte el extremo rojo para darle más realismo.

Destornillador: como debía ser bastante fino, y el jumping es muy endeble, la parte estrecha esta hecha con un palo de brocheta, en la que añadí jumping en los dos extremos para hacer el mango y la punta.

La llave inglesa y el alicate, no tienen ningún misterio ya que están elaborados simplemente moldeando el jumping. 

Para conseguir un mayor aspecto de metal, pinté las partes grises con tempera plateada, yo utilicé la de la pajarita, que al no ser muy opaca, deja a la luz el color gris aunque con un brillo metalizado genial.

Por último, hice una tuerca y dos tornillos para poner en el interior de la caja para dar un aspecto más real.

Además, le compré estos estupendisimos bolígrafos para rematar el regalo.



El resultado es el siguiente:




Espero que os haya gustado, por lo menos la mitad de lo que le gustó a mi padre, un saludo!